Si algo me ha enseñado mi estancia en match, es que esta sociedad en la que todo avanza a velocidad de la luz ya no nos permite tomarnos las cosas con romanticismo.
Por poner un ejemplo, solo en una de mi citas me han invitado a cenar, ni si quiera existe ritual alguno de sms como antes que teniamos conversaciones larguisimas o nos dabamos las buenas noches.
Ahora todo eso nos parece trasnochado.
Esta mañana estaba pensando en el que sera el ultimo candidato, un señor de 37 años divorciado y con hija, pensaba si valia la pena perder el tiempo, si luego no sabre como decirle que no de una manera elegante pero entonces pequeña iol ha dicho:
-bueno a lo mejor a este si le gustas mucho y se lo curra…
Pero algo me dice que no, hemos perdido esa capacidad. Ahora quedamos, cenamos, cada cual paga su parte y si la cosa es mutua hay sexo y si no lo hay, en muchos de los casos, no hay segunda cita.
El otro dia me mandaron un mail en el que el chico me decia que yo no soy la mujer de su vida pero que no le importaria tener una "aventura" conmigo pq siempre le habian gustado las chicas rellenitas. Vamos a ver, no estoy buscando un marido, pero tampoco eso…
A ver si me voy acostumbrar al no-romanticismo y luego no voy a saber reconocerlo…
2 comments:
ves, pues por eso mismo ya no quedan. y los que quedan se esconden...
Es una pena. Yo seguiré esperando a mi romántico. Espero que uno de esos que se esconden, de conmigo algún día...
Post a Comment