cosas que me pregunto 2ª parte

Un día hace 16 años, mientras daba un paseo por las Montañas Rocosas de Estados Unidos, un exitoso empresario de vinos de la región italiana del Véneto decidió que no podía soportar más el calor asfixiante que sentía en sus sufridos pies, encarcelados en la exigua y sofocante prisión de unos calzados con la suela de goma. Sin pensárselo dos veces, sacó una navaja de su bolsillo y realizó dos cortes limpios en la tapa de sus zapatos. Sintió un alivio inmediato y se prometió que a su regreso a Italia se pondría manos a la obra y no se detendría hasta averiguar qué se podía hacer para evitar que los zapatos con suela de goma, utilizados por el 90% de la humanidad, dejaran de ser un horno asfixiante.


Ya de vuelta en Italia, se encerró en el taller de una pequeña empresa zapatera de la zona de Montebelluna, consultó libros especializados, habló con investigadores universitarios y… ¡eureka! Guiándose sobre todo por su intuición, creó unos zapatos con la suela de goma perforada y dotados de una pequeña membrana impermeable que, aunque impedían la entrada de agua al interior, permitían sin embargo que la transpiración producida por los pies fuera expulsada al exterior. Todo ello, basándose en un sencillo principio físico: las gotas de sudor son 15 veces más pequeñas que las del agua.


Como el de la zapatería era un campo absolutamente desconocido para él, aquel vinicultor de tercera generación trató de vender su idea a una empresa de calzado. Dedicó tres años a visitar a todos los grandes del sector, incluida la española Kelme, ofreciéndoles su descubrimiento. Pero nadie se interesó por ellos. «Y yo quería a toda costa ver mi invento hecho realidad, así que decidí echarle valor y ponerme yo mismo a fabricar aquel nuevo tipo de zapatos», explica Mario Moretti Polegato.


Geox, la compañía que fundó hace once años, es hoy una empresa con 30.000 empleados en todo el mundo, 500 tiendas propias, una capitalización de 3.500 millones de euros, que el año pasado vendió 16 millones de pares de zapatos en 68 países y que facturó 612,3 millones de euros. Un éxito colosal al que no permanece ajena España, donde el año pasado se vendieron 1,9 millones de zapatos Geox por un valor total de 65,6 millones de euros, y donde en 2007 se calcula que se alcanzarán unas ventas de 2,5 millones de pares.


La compañía fundada por Mario Moretti Polegato ya es líder en nuestro país en lo que a zapatos de ciudad se refiere y cuenta en toda la Península Ibérica con 35 tiendas propias (sólo en Madrid dispone de siete y en Barcelona de cinco), a las que se añaden 1.500 puntos de venta.



fuente



y sabiendo todo esto, me pregunto, y no podian ser mas feos estos zapatos??!!



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